La leche de burra es valorada por su composición muy similar a la leche materna. Los beneficios de este alimento ya eran conocidos por los griegos y los egipcios, y fueron éstos los primeros que le dieron uso cosmético.
Admirada por su belleza, la reina de Egipto tenía sofisticados hábitos para el cuidado personal.
Cleopatra es considerada una de las mujeres más hermosas de la historia y era admirada por su belleza. Eso ha llevado a muchas mujeres a querer saber cuáles eran sus secretos.
La reina de Egipto solía darse baños con leche de burra para hidratar su piel y darle suavidad. La leche limpiaba las células de su cuerpo mejorando su apariencia.
Sus famosos baños también fueron usados por Nefertiti y las damas de la aristocracia de todas las épocas debido a sus propiedades y nutrientes.
Es regenerativa y da un brillo especial a la piel, hidrata, tonifica, reafirma y revitaliza la piel seca. Los ácidos de la leche mejoran la apariencia de la piel porque eliminan las sustancias que mantienen las células muertas en su superficie, así le dan a la dermis un aspecto rejuvenecido.
Combate el envejecimiento, estimula la producción de colágeno por lo que disminuyen las líneas de expresión y favorece la elasticidad evitando la formación de arrugas prematuras.
En la actualidad, se puede gozar de este tipo de baño nutritivo y relajante en centros especializados Es conveniente exfoliar el cuerpo previamente para favorecer la absorción de los nutrientes.
Los beneficios de este alimento son aprovechados para limpiar el rostro, desmaquillar, hidratar y dar luminosidad al cutis de una manera natural. Incluso, las empresas de cosméticos, ofrecen productos basados en leche de burra.