Una mujer británica ha recibido una sentencia en la que se le prohíbe cantar, gritar o subir el volumen de su voz durante 24 meses tras ser demandada por sus vecinos al no soportar la manera que tenía de cantar.
Heather Webb es una mujer de 48 años que ha sido denunciada por todos sus vecinos por el ímpetu que tiene al cantar. Según ha publicado el portal de noticias Daily Mail, el vecindario de la mujer decidió denunciarla al no aguantar más sus cánticos.
Tras estudiar la denuncia y comprobar las pruebas entregadas por el vecindario, el juzgado encargado del caso ha decidido emitir una orden en la que prohíben cantar a Heather Webb durante 24 meses alegando un comportamiento incívico y antisocial.
Han sido los mismos denunciantes los que han concedido unas palabras al medio de comunicación en las que aseguraban que no aguantaban más y que los gritos de la mujer eran insufribles. «Para ser honesta, sonaba como un gato ahogado«, relataba su vecina Buford. Además, a este testimonio se suma el de otro hombre que asegura que la demandada cantaba durante todas las horas del día.
Fue él mismo quien decidió grabar las jornadas de canto de su vecina con su propio teléfono móvil y entregárselo al juzgado: «Cuando lo escuché por primera vez, me quité los auriculares y me acerqué a la ventana para asegurarme de que su piso estaba dónde provenía el ruido y así fue. Los chillidos provienen siempre de su casa».
Heather Webb no se presentó en el juicio aunque sí se declaró inocente de los cargos que se le acusaban por medio de su abogado. Aún así, el magistrado sentenció a favor de la acusación y prohíbe a la mujer «participar en una conducta que cause alarma o angustia a sus vecinos» y, además, también le impide «tocar música, cantar, gritar o subir el volumen de su voz si se encuentra fuera de su domicilio».