A continuación, se situaron las muertes provocadas por enfermedades del sistema circulatorio y, en tercer lugar, a mayor distancia, las causadas por enfermedades respiratorias
Por otra parte, el crecimiento vegetativo fue negativo, ya que las muertes superaron a los nacimientos en 4.574 personas. Álava fue el único territorio con saldo positivo, incrementando su población en 147 habitantes.