California fue el estado en el que se convocaron más manifestaciones, en un total de 18 ciudades que acogieron a defensores de los inmigrantes, grupos religiosos, sindicatos, legisladores demócratas y estudiantes. En todas se pedía la liberación de los menores retenidos y se mostraba el rechazo a la posibilidad que está barajando el gobierno de habilitar carpas en bases militares para alojar a los niños.