En el momento de la detención José Ignacio Irusta, que así se llama, se encontraba con un arma corta, presumiblemente una pistola, cargada y a punto de ser disparada. El detenido tenía varios perfiles con cientos de seguidores en Twitter con los que lanzaba publicaciones incitando al odio y a la violencia contra judíos, homosexuales, inmigrantes o feministas. Además, disponía de dos rifles con mira telescópica en su vivienda.