Además de esos alimentos, la lista de los productos que más consumimos se completa con las lentejas, la sopa de pasta, los macarrones, la merluza, la tortilla de patata o los huevos fritos. La verdad es que existe una tendencia hacia hábitos de consumo más saludables, con un aumento en verduras, frutas, patatas frescas, y una dieta más sana y equilibrada, aunque se siguen comprando platos preparados. Por contra, parece que cada vez comemos menos alimentos básicos como el aceite de oliva, la carne, el pescado fresco, el azúcar y el pan.
Por cierto que, según el estudio, las familias compraron menos alimentos el año pasado, un 0,7%, sobre todo menos bebidas espirituosas y aceite.