Después de un par de meses de haberse sometido a este tratamiento, las uñas de los pies de la joven dejaron de crecer y comenzaron a caerse.
La paciente fue diagnosticada con onicomadesis. Investigaciones previas han demostrado que se han encontrado bacterias peligrosas causantes de enfermedades tanto en los recipientes como en los peces usados en dicho tratamiento.