El síndrome de Brugada es un trastorno del ritmo cardíaco potencialmente mortal y que, a veces, tienen un componente hereditario, ya que el 60% de los pacientes que fallecen por esta enfermedad tienen un familiar afectado. Sin desfibrilador estos pacientes, con una edad media de 30 años, tienen una mortalidad muy alta, en torno al 50%.