Así lo refleja un estudio del que se desprende que 2,6 millones de automovilistas admiten que se han peleado con otro conductor o que podrían llegar a hacerlo por una disputa de tráfico.
Conducir de forma agresiva no solo provoca «golpes de chapa», sino que multiplica por 10 el riesgo de sufrir un accidente con víctimas y por 30 de un siniestro con heridos graves.
Respecto al perfil general que presenta este tipo de conducta, el 72 por ciento son hombres, en torno a los 32 años, con estudios medios y que conducen más por ciudad que por vías interurbanas.