Su cadáver fue hallado en Estocolmo pero está enterrado en Londres que es donde vivía. La policía sueca atribuyó la muerte a un suicidio y, un año y medio después, se remitió a la familia la autopsia donde se aseguraba que murió por ahogamiento.
La hermana del fallecido, que además es coordinadora de SOSDesaparecidos Euskadi, ha informado en un blog en el que lleva años denunciando el caso de su hermano que el permiso posibilitará, en primer lugar, identificar el cadáver que entregó hace 13 años a la familia la policía de Estocolmo, sin ninguna prueba de que realmente fuera el joven de Getxo.
La familia dispone de un año para practicar un test de ADN a los restos mortales sepultados en el cementerio londinense de Gunnesbury, y cotejar después sus resultados con los de su familia. Pero además, esa autopsia podría dilucidar si el joven fue víctima de tráfico de órganos.