La medida se puede tomar porque a raíz de la última licitación de la OTA han cambiado las condiciones: antes era una concesión y el dinero que se recaudaba era para la empresa que la gestionaba. Ahora es un contrato de servicio, y el Ayuntamiento puede decidir si contrata o no ese servicio. Además, la iniciativa busca animar el comercio y la hostelería hasta la llegada de la Aste Nagusia.