Igualmente, resulta importante mantener la cadena de frío en los alimentos sensibles al calor y manejar adecuadamente la temperatura en los alimentos cocinados o recalentados. Finalmente, la atención especial a los niños y las personas mayores resulta de suma importancia. En concreto, se les debe proteger del sol y de los lugares calurosos y facilitarles líquidos y bebidas frescas de manera frecuente. Asimismo, los animales de compañía también precisan consumir agua de forma más abundante y es conveniente que durante las horas centrales del día puedan descansar en un espacio fresco y seco.