La actuación recupera 35.000 metros cuadrados para el espacio público y hace realidad de esta manera, la conexión del centro de la ciudad con Irala a través del eje Doña Casilda-Eskurtze pasando por Sabino Arana y Rekalde.
Se trata de un tramo longitudinal con dos bifurcaciones en su terminación. Por un lado, hasta el túnel donde finaliza la antigua plataforma ferroviaria, y por otro, hasta la Plaza Eskurtze.