Es lo que indica un reciente estudio realizado a 7000 padres con hijos entre 5 y 16 años de Europa y Oriente Medio. El trabajo refleja que los peques de la casa pasan más tiempo con el móvil que jugando en la calle aunque los españoles son los que menos usan el smartphone en Europa, unas dos horas, mientras que los británicos baten el récord con tres horas. Ante ello, la mitad de los padres, un 53%, muestra preocupación por el tiempo gastado frente a la pantalla y afirma que afecta a la calidad del sueño de sus hijos; sin embargo, un porcentaje muy similar ve la tecnología y los dispositivos móviles como beneficiosos para reforzar las capacidades de aprendizaje de sus hijos.