También aumentan su riesgo de sufrir de enfermedades respiratorias agudas y de desarrollar la diabetes, obesidad, cardiovasculares y cáncer en su vida adulta.
El estudio revela que el 93 % de los niños menores de quince años respiran a diario un aire contaminado.
Los niños en los países de ingresos medios y bajos son los más afectados y una de las fuentes de contaminación más peligrosa está dentro de sus propias casas, ya que prácticamente la mitad de la población mundial utiliza artefactos y combustibles altamente contaminantes para cocinar.