En esta obra se muestra el asombro y la admiración hacia una lengua pequeña que ha logrado sobrevivir contra todo pronóstico a lo largo de los siglos. También es un canto hacia los idiomas en general, considerado por sus precursores, un patrimonio cultural intangible.
La lengua global, que según esta obra itinerante, todo el mundo hablará en el año 3000, y otras doce lenguas, protagonizarán una obra en la que no se va a utilizar subtítulos, ya que todo está pensado para que el espectador comprenda perfectamente la trama.