La primera conclusión que expone el estudio es que hay una gran aceptación para su aprobación por parte de la gran mayoría encuestados, y de la misma manera refleja una tendencia de que son los jóvenes y las nuevas generaciones los que más optan por su implantación inmediata.
Para solicitar la eutanasia o el suicidio asistido, según los encuestados, serían la perdida de autonomía y por lo tanto de libertad, el dolor insoportable y por otra parte el temor a la pérdida total de las habilidades cognitivas.