Los hechos se descubrieron tras unos análisis de sangre. Fue en 2015 cuando la pareja se sometió a un tratamiento y los pequeños nacieron en febrero de 2016 en Bilbao. El año pasado, un análisis rutinario de sangre reveló que existía «incompatibilidad» entre los grupos sanguíneos del padre y de los niños, y en un análisis posterior, un laboratorio de genética dictaminó que sin lugar a dudas, el progenitor no era el padre biológico de los bebés.