Así, por ejemplo, con una tarjeta de 24 euros se podían comprar bienes en euskera por valor de 40, y había ofertas similares para productos en castellano y lenguas extranjeras.
Los comerciantes vizcaínos lamentan que nadie les informara antes de la supresión del Bono Cultura de la Diputación, de la que se han enterado por la prensa.