Y es que por las condiciones climáticas y la altura de su territorio, Álava es un buen lugar para el desarrollo de la patata de siembra. Pero la de consumo, la que llega a nuestras mesas, procede en su gran mayoría de otras latitudes europeas, fundamentalmente Holanda, Alemania y, por encima de todo, Francia.
El precio ha rondado desde los 0,21 euros/kilo hasta los 0,37 euros/kilo en estos momentos.Según los cálculos de los productores, los precios no bajarán «hasta que comience la campaña de patata nueva.