Según datos recabados por ACNUR, España se convirtió en la segunda mitad del año en el principal punto de entrada a Europa, siendo buena parte de quienes tratan de llegar a las costas marroquíes y cada vez más argelinos.
Entre quienes llegan a territorio español, figuran muchos inmigrantes económicos pero también personas que huyen de matrimonios forzosos, de la mutilación genital femenina y menores no acompañados.