Según la sentencia, los tres condenados solicitaron favores sexuales a una joven sobre la medianoche del 13 de marzo de 2015. La chica se negó y entonces la obligaron a practicarles una felación bajo la amenaza de que, de lo contrario, no la dejarían salir del piso al que la habían llevado. Las tres magistradas que han enjuiciado el caso narran un terrible relato de hechos violentos, intimidatorios y con un enorme desprecio hacia la agredida. Los tres reos, además de las penas de prisión, estarán sometidos a una medida de libertad vigilada, por espacio de siete años, que empezarán a cumplir una vez hayan cancelado la pena privativa de libertad.