En un comunicado aseguran que en todo momento han sido «conscientes del recorrido judicial limitado» de sus denuncias, en alusión al archivo de ocho de ellas, al haber prescrito. Sin embargo, han querido aclarar que prescripción «no quiere decir inocencia». Según añaden, el hecho de denunciar «también persigue el objetivo de dar a conocer a la sociedad y a los poderes públicos la intensidad, dimensión y alcance de estas atrocidades». Por otra parte, han exigido «a la iglesia en general, y a los salesianos en particular, contundencia, honestidad, transparencia y humildad en el reconocimiento de todo el daño causado.