La justicia europea ha sentenciado que no tendran que devolver a las arcas públicas impuestos impagados entre 1990 y 2015, tal y como pretendía la Comisión Europea.
El dictamen lleva así la contraria a Bruselas, que estimaba que los cuatro se beneficiaron de un régimen fiscal favorable por aparecer como clubes deportivos sin ánimo de lucro y no haberse convertido en sociedades anónimas deportivas como hizo el resto.