Tras el anuncio de la congelación de las pensiones hasta una nueva formación de Gobierno, los pensionistas se han reunido esta mañana en Bilbao para mostrar su profundo descontento. Desde el movimiento de pensionistas de Bizkaia aseguran que no es un lunes más y que es hora de pasar de promesas a las acciones.
Cerca del segundo aniversario de las movilizaciones desde la primera concentración y de la huelga general del próximo 30 de enero, los pensionistas dicen estar muy indignados y enfadados porque no esperaban esta decisión del último consejo de ministros. Explican que no se trata de qué gobierno llegue al poder y esgrimen su lema: «gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden». Andrea Uña, portavoz de pensionistas de Bizkaia ha calificado esta situación de día de la marmota y de volver a la casilla de salida. Continúan reivindicando la pensión mínima de 1080 €, aludiendo a las mujeres y viudas cuyas retribuciones no alcanzan los 600€, así como la perdida de nivel adquisitivo que llevan sufriendo durante los últimos 7 años.