Hoy miércoles comienza en Madrid el último juicio contra los controladores aéreos que realizaron una huelga en diciembre de 2010, en pleno puente de la Constitución y que dejó en tierra a miles y miles de viajeros. En concreto, 700.000 pasajeros se vieron afectados por este conflicto laboral entre AENA y los controladores. La situación hizo que el Gobierno Zapatero decretara el único estado de alarma de la Democracia, y el espacio aéreo quedara en manos del ejército.
Por todo ello hoy, 133 controladores, se enfrenten a un delito de abandono de funciones, que conlleva multas de ocho a doce meses, entre 60.000 y 75.000 euros. Casi todos los acusados, 119, han llegado a acuerdos con la Fiscalía para reducir la cuantía de las sanciones. No obstante, todos siguen defendiendo su inocencia.