Un juzgado de Bilbao ha elevado la indemnización a pagar por la empresa Agruminsa a los familiares de un mecánico fallecido por un mesotelioma pleural, derivado de inhalar fibras de amianto.
La sentencia eleva la compensación de 295.000 euros, ya percibida, en 128.000 euros más, que recibirán la viuda e hijos en concepto de los daños sufridos a causa de su fallecimiento.
El fallecido trabajó de mecánico en la citada empresa reparando la maquinaria de la mina, entre cuyas tareas se encontraban «quitar y sustituir las zapatas de freno o discos de embrague gastados, para lo cual empleaba la rotaflex, lijando posteriormente la pieza». Derivadas de esa actividad, se desprendían fibras que eran inhaladas por el mecánico, al no existir ningún sistema de aspiración localizado del polvo generado.