Azkuna Zentroa-Alhóndiga Bilbao, Centro de Sociedad y Cultura Contemporánea del Ayuntamiento de Bilbao, presenta desde hoy, día 3, hasta el próximo 15 de marzo en su Atrio de las Culturas Macho Man de HeartBreak Hotel, la última propuesta del dramaturgo Àlex Rigola. El proyecto se desarrolla en colaboración con el Área de Igualdad del Ayuntamiento de Bilbao y con el apoyo de Emakunde, el Instituto Vasco de la Mujer.
La dramaturgia de Macho Man se ha desarrollado desde lo colectivo, con un equipo formado por Ferran Dordal, Alba Pujol, Irene Vicente Salas y el propio Àlex Rigola. Tenían claro cuál tenía que ser el enfoque: centrado en las mujeres y no en los agresores. En una de las salas, donde el espectador está rodeado de fotografías de víctimas de violencia de género, el impacto emocional que se produce explica esta decisión: ahí, frente a la presencia de otros cuerpos que ya no están, la empatía es inmediata. El efecto hubiera sido distinto si se hubiera mostrado a los verdugos.
La voz de una víctima guía a las personas visitantes por el recorrido laberíntico de este artefacto dramatúrgico compuesto por 12 habitaciones, que se vuelve profundamente terrorífico porque todo lo que nos muestra es real. Son reales los datos, las sentencias, las declaraciones y las preguntas que formula y son reales también las conversaciones y los testimonios que narran.
La experiencia escénica interactiva Macho Man es todo un viaje escénico, experimental y emocional que quiere concienciar sobre la violencia machista en la pareja, en la familia y en los entornos laboral, social y judicial
Así, durante un recorrido que ocupa aproximadamente 50 minutos, grupos de seis personas máximo, pasearán, leerán, escucharán e interactuarán con los objetos que vayan encontrando y con los demás participantes porque en Macho Man las reacciones del público también se convierten en parte de la experiencia. Cada una de las salas de la instalación tiene carácter independiente y cuenta con un mecanismo de interacción propio que obliga a estar siempre receptivo, sumando imágenes, sensaciones y vivencias que irán componiendo un todo con la finalidad de que se tome conciencia de esta lacra.
Macho Man es también una experiencia educativa y por eso se abrirá a centros escolares, buscando generar diálogo y reflexión porque, como indica Rigola, “la violencia machista es un problema social grave que deber desaparecer y la mejor forma para que lo haga es a través de la educación. Los datos de esta violencia permanente e instrumental son reveladores. De hecho, es la principal causa mortal violenta de las mujeres y el principal motivo de inseguridad para ellas”.
Al ser una instalación que contiene testimonios reales de violencia machista puede herir la sensibilidad de algunas personas y no está recomendada para personas menores de 15 años.