Estos días son mucho los psicólogos que nos están dando algunas pautas para llevar la situación en el estado de alarma. Ante todo no hay que lamentarse, ser conscientes de lo que está ocurriendo, entenderlo y saber que estamos haciendo lo correcto.
En apenas unas horas nuestras vidas han cambiado y no es fácil aceptarlo, pero hay que hacerlo e intentar buscar algo positivo de todo esto. Podemos pensar que ahora tenemos tiempo para hacer cosas que antes igual no podíamos hacer: estar con la familia, comer todos juntos, jugar, leer, ver la televisión o incluso limpiar la casa. Es importante crear una rutina e implicar a los niños, explicarles lo que ocurre para que nos ayuden.
Y para quienes viven solos, son vitales las nuevas tecnologías, como las videollamadas, para poder vernos aunque no podamos tocarnos.