El Movimiento de Pensionistas de Bizkaia ha hecho un llamamiento para que este lunes 30 de marzo al mediodía se cuelguen los pañuelos rojos, que identifican al colectivo, en balcones y ventanas de Euskadi en defensa de unas pensiones «dignas». La iniciativa tiene como objetivo suplir la ausencia de las concentraciones que los pensionistas llevaban a cabo todos los lunes a esa hora en capitales y municipios vascos por un sistema público de pensiones hasta que estalló la crisis sanitaria provocada por el coronavirus y se impuso el estado de alarma y el confinamiento en los domicilios.
En un comunicado, el Movimiento ha llamado a llenar «balcones y ventanas de solidaridad continuando con las movilizaciones iniciadas hace más de dos años». El llamamiento incluye continuar haciéndolo en lunes sucesivos y a la misma hora, como «muestra de solidaridad y exigencia de los recursos necesarios para proteger la salud».
El colectivo ha hecho extensiva la movilización para mostrar «los pañuelos que han acompañado nuestras movilizaciones, así como también los carteles que en cada casa se hagan para mostrar su solidaridad con la causa, que reclama, entre otros aspectos, una pensión mínima de 1.080 euros.
La muestra de solidaridad es también «con las personas más afectadas por los fallecimientos ocurridos por la pandemia del coronavirus y con todas las personas, que, por cualquiera que sea la causa, se ven obligadas a vivir en la soledad de sus domicilios el presente confinamiento, situación que sin duda afectara especialmente a las personas mayores y acusadamente a las mujeres mayores».
La exhibición del pañuelo rojo será también una muestra de solidaridad con «las personas aisladas en las residencias» y de agradecimiento a todas las personas que poniendo en riesgo su propia salud trabajan en la sanidad, la atención y cuidados, y en los servicios básicos».
El Movimiento ha pedido que «nadie se vea obligado a acudir a su trabajo sin las medidas de prevención imprescindibles porque primero está la salud», así como que nadie tampoco «vea ahora reducidas sus posibilidades de acceder a unas condiciones de vida dignas por carecer de los ingresos suficientes y de los servicios públicos necesarios porque lo primero es salvar a las personas».
Finalmente, el colectivo ha hecho una llamada a «gobiernos, autoridades sanitarias y cuantas personas en la administración pública puedan impedirlo: Ni un solo fallecimiento porque los recursos de prevención y curación no lleguen a tiempo o sean insuficientes porque esta batalla se va a ganar entre todos y todas».