Ayer operaron únicamente seis vuelos a lo largo de todo el día, cuando lo habitual, antes del Covid-19 era contabilizar entre 120 y 130 aterrizajes y despegues.
La primera medida en ‘La Paloma’ ha sido la supresión del servicio de embarque mediante ‘finger’ o pasarela, con lo que el abordaje de las aeronaves pasa a hacerse siempre en remoto, con un autobús y no a través del acceso directo desde la terminal. También se ha congelado el contrato de las conocidas como ‘chaquetas verdes’ (empleados que dan información al pasajero en Salidas).
Además, se ha reducido en un 75% el personal de limpieza, en paralelo al cierre de algunos baños y otras zonas sin uso de la terminal.