El estrés, el miedo al contagio y la higiene excesiva, están provocando un aumento de los problemas de la piel en la población, casos de dermatitis y psoriasis.
El frecuente lavado de manos está produciendo dermatitis irritativa, mientras que el uso de equipos de protección está generando dermatitis de contacto y agravamiento de patologías faciales previas como el acné, la rosácea o la dermatitis seborreica. Asimismo, el estrés y la preocupación por la pandemia ha hecho que aumenten los casos de psoriasis, la piel atópica, o las caídas de pelo.
Por otro lado, durante el confinamiento también estamos disfrutando menos del sol. Los dermatólogos recuerdan que no hay tomarlo en exceso aunque sea en la terraza de casa y basta con 20 minutos al día de exposición en brazos o piernas para mantener los depósitos de Vitamina D.