El silencio en las calles, y el ruido de los vecinos adquiere protagonismo en las ciudades este miércoles, cuando se celebra de forma muy diferente a la habitual el Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido.
Esta jornada se conmemora cada último miércoles de abril con objeto de «promover el cuidado del ambiente acústico, la conservación de la audición y la concienciación sobre las molestias y daños que generan los ruidos», según la explicación de la Sociedad Española de Acústica (SEA).
La contaminación acústica es un problema «muy grave de salud pública», más de lo que parece según ha explicado el presidente de SEA, Antonio Pedrero, ya que «es la segunda causa de muerte en cuanto a los agentes contaminantes, después de la polución del aire».
Pese a ello, el ruido ambiental «aparece siempre como un mal menor, ya que otros contaminantes como los residuos sólidos suelen verse como si fueran más agresivos» pero el ruido afecta a las personas «a nivel fisiológico, en la parte auditiva, pero también a nivel psicológico» y es esta afección quizá la más peligrosa ya que «no se puede cuantificar aunque perdura mucho más en el tiempo» y está relacionada, entre otros problemas, «con la falta de descanso».
La celebración de este año es peculiar por la reclusión forzada debido a la crisis sanitaria, la que ha conseguido reducir los niveles de los mapas estratégicos del ruido «una media de diez decibelios y eso implica que la contaminación acústica prácticamente ha desaparecido» en las ciudades.
Al desvanecerse la mayor parte del ruido exterior «se destaca más el que se produce dentro de las propias casas donde están encerrados los ciudadanos», y esta situación «dispara las quejas hacia los ruidos de los vecinos».
Las anómalas circunstancias actuales «han descafeinado la celebración» del Año Internacional del Sonido, fijado para 2020, debido a «la cancelación de actividades por la actual coyuntura de crisis sanitaria global». Por ello, la conmemoración se extenderá al año próximo, 2021, con la idea de recuperar las actividades planeadas para «mejorar la concienciación de la sociedad, que es la herramienta fundamental para reducir el ruido en el futuro».