Unidas Podemos recupera una de sus propuestas estrella para contribuir a la financiación de las medidas sociales o para afrontar la crisis del coronavirus: el impuesto a las grandes fortunas. La formación morada lo propondrá en la comisión de reconstrucción y f cifran en unos 11.000 millones de euros la recaudación que se pretende conseguir con él.
Este impuesto sustituiría al de patrimonio, actualmente vigente, y tendría un diseño diferente. El tributo a las grandes fortunas solo se aplicaría a aquellas personas con patrimonios superiores al millón de euros, si bien habría que descontar de esa cantidad la vivienda habitual, hasta un valor de 400.000 euros. Si una vez descontado este inmueble (o los primeros 400.000 euros de su valor, si éste es superior a esa cantidad) el patrimonio sigue estando por encima del millón de euros, se aplicaría una tasa del 2% al valor total del mismo.
Además, la propuesta contempla prohibir a las comunidades autónomas bonificar este impuesto a las grandes fortunas como se hace con el de patrimonio en algunos territorios. Ese es el caso, por ejemplo, de la Comunidad de Madrid, donde la región bonifica el 100% de la tasa, lo que a efectos prácticos implica que los patrimonios superiores a los dos millones de euros (el umbral mínimo de aplicación del impuesto de patrimonio) no tienen que hacer frente al tributo.