Activistas sociales han protestado sin ropa y cubiertos únicamente con mascarillas sobre sus caras y genitales para denunciar que el Ayuntamiento de Barakaldo deja «desnudas ante el virus» a cientos de familias a las que «durante la cuarentena se les ha obstaculizado la tramitación de ayudas sociales pese a que se viven situaciones en las que incluso falta comida para el día a día».
La acción ha sido desarrollado por la plataforma contra la exclusión Berri-Otxoak, que ha subrayado que actualmente «los servicios sociales remiten al mes de septiembre y, por lo tanto, hacen esperar cuatro meses a las personas que en estos momentos necesitan subsidios de emergencia debido a que sus situaciones de precariedad se han agravado por la cuarentena forzosa por la pandemia del Covid-19».
El colectivo, que lleva 27 años movilizándose por los derechos sociales, ha criticado «la falta de planificación y la carencia de empatía y solidaridad, según señalan, por parte ddel Ayuntamiento, que no han adoptado medidas extraordinarias durante dos meses y ahora, superada la fase más grave de la crisis sociosanitaria, toman medidas tibias, que suponen mejoras insuficientes en las ayudas sociales y sólo para una parte.
Al respecto, Berri-Otxoak ha recordado que, según datos oficiales del Gobierno Vasco, «en sólo mes y medio se ha disparado en más de 1.000 el número de vecinos de Barakaldo que han quedado en el paro, pero el 64% de los 7.500 desempleados no percibe ningún tipo de subsidio y el Servicio Vasco de Empleo-Lanbide sólo ha tramitado 42 expedientes barakaldeses en la cuarentena para acceder a la Renta de Garantía de Ingresos RGI».