Las parroquias vizcaínas retrasan las comuniones a septiembre. Sacerdotes, catequistas y familias han acordado que los últimos fines de semana del período estival, e incluso los primeros del otoño, son el mejor momento para ello.
La principal razón que ha llevado a las diferentes comunidades católicas a retrasar estos eventos es que un eventual rebrote podría obligar a retrasarlos de nuevo. Otro de los motivos que ha impulsado a catequistas y sacerdotes a posponer estos rituales es que recibir la comunión es algo que «exige que estén preparados; por lo que en septiembre «tendrán temas de refuerzo», ya que «la última catequesis» formal «la tuvieron a principios de marzo». Además, los padres y madres quieren una celebración alegre, y en estas condiciones sanitarias es difícil, con el aforo tan reducido, y la distancia social.