El coronavirus está perdiendo fuerza, y así lo demuestra un estudio de la Comunidad de Científicos Españoles que indica que el virus está empezando a ralentizar su reproducción. Los expertos han revelado que la carga viral encontrada en las muestras analizadas de pacientes en las últimas semanas es mucho menor.
Las llamadas mutaciones pueden hacer que el virus se vuelva más contagioso, pero también puede volverse más vulnerable ante el sistema de defensas del cuerpo humano, haciéndose menos peligroso. Por ello es una buena noticia, ya que cuanta menos carga viral pueda existir en una persona infectada, menos posibilidad hay de que pueda contagiar. Es decir, las microgotas de saliva que son expulsadas al hablar, toser o estornudar contienen menos cantidad de patógenos y las posibilidades de contagio son mucho más reducidas. Desde los primeros días de la pandemia se ha estado especulando con que la propagación del virus podría estar vinculada tb con los factores climáticos.