Teniendo en cuenta las estimaciones de caída del PIB en un 9% y el aumento del desempleo hasta el 19%, Oxfam Intermón pronostica que el número de personas pobres en España puede aumentar en más de 700.000 personas, hasta alcanzar los 10,8 millones, y por tanto provocando un incremento del 21,5% al 23,1%. Ante este escenario, la organización propone medidas fiscales tanto extraordinarias como estructurales, con el fin de recaudar al menos 10.000 millones de euros para garantizar la salud, la educación y la protección social.
Entre las extraordinarias, figura un impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios, un impuesto a las transacciones financieras más ambicioso que el que ahora mismo se debate en el Congreso y que las ayudas públicas a las empresas estén condicionadas a un comportamiento fiscal responsable.
Como medidas fiscales estructurales, Oxfam propone reformar el impuesto al patrimonio para que cumpla su función redistributiva, aumentar la presión fiscal sobre las rentas del capital en el IRPF o eliminar ciertos ajustes extracontables con el objetivo de aumentar el tipo efectivo del Impuesto de Sociedades, para que sea de al menos el 15% por parte de las grandes empresas.
También propone el incremento de la inversión pública en el sector de los cuidados como residencias de personas mayores y la incorporación de las trabajadoras del hogar y cuidados al régimen general de la seguridad social. Junto con esta propuesta, la ONG quiere añadir medidas para reducir la precariedad laboral: desde reformas estructurales que den mayor peso a sectores de más valor añadido hasta procedimientos de contratación por parte de las administraciones públicas que eviten la temporalidad y controlen las condiciones de subcontratación