Este año 36 menores han fallecido ahogados en espacio acuáticos en nuestro país, un 33% más que en 2019. La mayoría de las muertes se han producido en piscinas y se han concentrado en las comunidades de Valencia, Cataluña y Andalucía. En Euskadi ha habido una muerte.
En agosto han fallecido 10 menores lo que eleva a 36 el número de pequeños fallecidos, 26 niños y 10 niñas. Es el dato más trágico de los últimos 7 años.
Casi la mitad de las muertes han tenido lugar en piscinas (47%), la gran mayoría domésticas; un 19% en playas; un 11% en ríos; otro 11% en embalses o pantanos y el 12% restante en parques acuáticos o alta mar. El perfil más habitual es un niño, de entre 2 y 4 años, que fallece en un espacio sin vigilancia o por un descuido en la supervisión adulta. La mayoría de los ahogamientos se han producido en las últimas horas de la tarde.
Ni el descenso del turismo ni el confinamiento ocurrido en España han conseguido reducir la tendencia al alza que se viene registrando 2016.