La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que los consumidores pueden ayudar a crear un mercado más sostenible con sus decisiones de compra. Si muchos consumidores empiezan a tomar decisiones teniendo en cuenta criterios medioambientales y de sostenibilidad, se conseguirá que fabricantes y proveedores prioricen esos mismos aspectos en los productos y servicios, que ponen a disposición de los consumidores. Mas allá de influir en el mercado, también los hábitos de los consumidores (compras, consumo de agua, de energía, la movilidad o las relaciones sociales) tienen un claro impacto en el mundo en que vivimos.
La compra habitual de los alimentos es uno de los aspectos que mayor influencia tiene en la vida cotidiana de los consumidores. El gesto de llevar un producto u otro al carro de la compra tiene un gran impacto ambiental y socioeconómico, no solo en nuestro entorno más cercano sino también a escala global.
Por todo ello, y para aquellos consumidores que quieren llevar a cabo una compra más sostenible que reduzca su impacto y contribuya a la mejora del medio ambiente, OCU da las siguientes recomendaciones:
1.-Comprar a granel siempre que sea posible. De esta manera los consumidores reducirán envases, podrán elegir las piezas y llevar solo la cantidad justa que necesiten. Los productos a granel disminuyen el impacto del envasado, pero el envase protege y alarga la vida útil de los productos, por lo que es especialmente importante manipular y conservar bien estos alimentos y así evitar otro problema importante, el desperdicio. A granel las caducidades pueden ser más cortas y el alimento debe conservarse tras la compra de forma adecuada para evitar problemas.
2.-Llevar bolsas propias. OCU recomienda usar bolsas reutilizables: de tela o bien un carro de la compra. Las pequeñas bolsas de tela son útiles para frutas y verduras. Si se usa un bolso o mochila, es conveniente llevar dentro una bolsa plegada por si se compra algo.
- Elegir productos con el menor envase posible. Si no queda más remedio o no existe el producto a granel, hay que elegir aquellos productos que estén envasados en material fácilmente reciclable (cartón, vidrio, plástico compostable) o, al menos, que contenga la menor cantidad posible de material. Hay que evitar comprar objetos de un solo uso como maquinillas de afeitar, cubiertos de plástico o toallitas.
4.-Comparar precios. OCU ha comprobado que a pesar de que en principio ahorra materiales y procesos, la venta a granel no siempre es la opción más barata.
5.- Consumir productos locales, de cercanía y de temporada. Se debe procurar en la medida de lo posible de consumir productos de nuestro entorno, de nuestro país o de países cercanos. Esto, además de disminuir el impacto ambiental, contribuye tiene beneficios sociales y económicos en la zona de residencia.
6.-Apostar por el comercio justo. Hay productos que no se producen en nuestras latitudes y es difícil prescindir de ellos (café, té, cacao…). En esos casos, un consumidor que apuesta por productos de comercio justo favorece la sostenibilidad social y económica en los países productores.
7.-Reutilizar envases. Para ello es recomendable lavar bien los frascos y recipientes de plástico y usarlos en casa para guardar legumbres, especias, mermeladas caseras o restos. También podemos llevarlos a la compra para traer a casa los productos que compre.
8.-Evitar el desperdicio alimentario. OCU advierte que lo menos sostenible es tirar comida, sea cual sea. Independientemente de la huella ambiental de ese alimento, si se tira, se ha desperdiciado. Por ello es conveniente comprar siempre solo lo que se necesita para consumir, conservar adecuadamente los alimentos y tener en cuenta las fechas de caducidad y consumo preferente.