Ni las pantallas , ni las mascarillas con válvulas frenan la propagación del coronavirus. Eso es lo que dice un nuevo estudio de un equipo de investigadores estadounidenses, de la Universidad de Florida.
Para ello han realizado un estudio con pantallas y niebla sintética. De esta manera han visto que las pantallas no evitan que la gotas que expulsamos al toser se extiendan alrededor. Y con las mascarillas con válvula pasa lo mismo. Las partículas salen y se propagan sin filtrar. Por eso, recomiendan el uso de la mascarilla convencional. En este sentido, alertan de que el uso generalizado de estas alternativas por parte del público, en detrimento de las mascarillas normales, «puede tener un efecto adverso en los esfuerzos de mitigación contra el COVID-19».