El sistema educativo vasco arranca con la primera prueba de fuego del curso covid-19. Decenas de miles de escolares de Educación Infantil a 2º de Educación Secundaria Obligatoria vuelven a clase y también lo harán los universitarios.
La Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha preparado 400 aulas espejo, un mecanismo con cámaras que permite seguir e interactuar desde casa o desde otra sala con el profesor y los compañeros que asisten a la clase in situ.
La reducción del aforo de las clases al 50% para garantizar que se guarda la distancia de metro y medio ha obligado a todas las facultades y centros adscritos a adaptar su docencia, haciendo grupos más pequeños y definiendo turnos de presencialidad en clases prácticas y laboratorios.
Más de 65.000 personas acuden a diario a los distintos campus de la UPV/EHU. A diferencia del ámbito escolar, en la universidad no existen grupos burbuja, no hay clases fijas y la gente procede de distintos puntos de Euskadi, del Estado e incluso del extranjero.