Iberdrola presenta un plan estratégico basado en inversiones de 75.000 millones de euros en el periodo 2020-2025. Ninguna empresa con sede en el Estado ha alcanzado nunca ese ritmo de inversión. Son 12.500 millones anuales, una capacidad de gasto que supera, por ejemplo, el montante de los Presupuestos vascos de este año.
Con esa potencia , la compañía vizcaina se ha marcado como objetivo alcanzar unos beneficios de 5.000 millones de euros dentro de cinco años. Un reto que, en caso de alcanzarse, supondría un incremento de cercano al 50% en relación al récord del año pasado. Al mismo tiempo, generaría un dividendo de 19.000 millones, algo más de 3.150 millones al año, a repartir entre sus accionistas.
Más allá de las cifras, el plan de inversiones reforzaría el liderazgo mundial de Iberdrola en energías renovables. Gran parte de las inversiones, unos 34.680 millones, tendrá como destino ese capítulo. El otro gran capítulo, 27.200 millones, estará dedicado a redes de distribución, almacenamiento y soluciones inteligentes para sus clientes. Los 7.100 millones restantes se consigna a la reciente compra de la compañía estadounidense PNM Resources, una eléctrica que opera en Texas y Nuevo México y que permitirá acelerar la expansión de la empresa vasca en la primera economía mundial