El presidente saliente de EE UU, Donald Trump, se niega a conceder la derrota en las elecciones estadounidenses y sigue aferrado a una fútil estrategia legal para no aceptar el título que más ha temido a lo largo de su carrera, el de perdedor.
Según fuentes de la Casa Blanca a la cadena CNN, Trump está «enfadado», «frustrado», «viendo la televisión y quejándose de que no han salido suficientes personas a defender su denuncia de que le están robando las elecciones».
Mientras, en su primer discurso como ganador a la Casablanca, el demócrata Joe Biden, ha señalado que «es el momento de sanar al país», ha invitado a los estadounidenses a dejar atrás la división que ha imperado durante el Gobierno de Donald Trump y ha instado a que todos se den «una oportunidad».