Los síntomas del COVID-19 persistente se mantienen al menos 185 días y afectan sobre todo a pacientes jóvenes, con una media de 43 años. Ocho de cada diez son mujeres que nunca habían tenido problemas de salud relevantes.
Son las conclusiones de la primera encuesta nacional sobre COVID persistente que ha elaborado la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia. Al 72% de los afectados les resulta imposible o les supone un gran esfuerzo poder trabajar fuera de casa y a tres de cada 10 les complica, por ejemplo, el aseo personal. Los expertos aseguran que el virus tiene una afectación multiorgánica que provoca síntomas neurológicos, psicológicos, digestivos o cardiovasculares. Los facultativos reclaman que estos pacientes estén incluidos en un protocolo oficial para que la asistencia que reciban sea homogénea.