La Policía Municipal de Sestao se ha convertido en la primera de Euskadi en dotarse de taser o pistola eléctrica. El Ayuntamiento vizcaíno ha adquirido dos de estas armas no letales, que disparan dardos y pueden inmovilizar a una persona sin necesidad de contacto.
Cada una de ellas cuesta 3.500 euros y van acompañadas de una cámara que graba toda la actuación. Se adquirieron el pasado verano, pero fue la semana pasada cuando una treintena de agentes del cuerpo, a excepción de los que se encontraban en Arkaute o en prácticas, recibieron un curso de formación para poder utilizarla. Se trata de que en todo momento haya una taser en las calles de Sestao. Desde ayer a la tarde, dos patrullas llevarán una cada una. A partir de enero, está previsto adquirir otras tres unidades.