Las principales entidades financieras han ido encareciendo en los últimos meses las comisiones más básicas con el objetivo de fidelizar al cliente y, a ojos de asociaciones de consumidores, alejar a los que son menos rentables aplicando recargos más allá del coste justificado por el servicio.
La patronal bancaria AEB defiende que para prestar un buen servicio a los clientes, y poder mejorarlo «cada vez más», es necesario un precio adecuado, ya que todos los servicios, también los financieros, tienen un coste y hay que ser conscientes de ello.
La Asociación de Usuarios Financieros, Asufin, considera que en ocasiones es mejor para el cliente pagar la comisión por un servicio que su banco le presta que vincularse más con la entidad contratando productos que no necesita.
Algunos de los grandes bancos, entre ellos CaixaBank, Santander o Bankia, han elevado en los últimos meses la comisión anual de mantenimiento de cuentas, pero sólo para los clientes que no tienen la nómina domiciliada o al menos un ingreso regular, ya que todos ellos, al igual que BBVA, Sabadell o Bankinter, abogan por librar de este coste a los clientes que les eligen como su banco principal.