A partir del 1 de enero de 2021, los españoles que viven en Gran Bretaña serán considerados como extranjeros y necesitarán un nuevo tipo de documentación para poder residir en tierras británicas. Los más de 200.000 españoles residentes en Reino Unido tendrán que adaptarse a la salida del país de la Unión Europea
Y ello tendrá, con consecuencias en el ámbito económico y fiscal, en la libre circulación de personas y en la asistencia sanitaria, entre otros. La marcha de Reino Unido significa el fin del libre movimiento de personas entre ambos lados del canal de la Mancha. El acuerdo reconoce el derecho a quedarse de los ciudadanos españoles y europeos llegados antes del 31 de diciembre de 2020. Pero a partir del 1 de enero, Londres introduce un sistema migratorio en el que los ciudadanos comunitarios ya no tendrán prioridad respecto a los del resto del mundo. Además, los europeos que vivan en el Reino Unido mantendrán el derecho a la asistencia sanitaria igual que hasta ahora. Para los que se trasladen a partir del 1 de enero de 2021 la situación no está clara.