Expertos nutricionistas afirman que un programa de ayuno intermitente es más fácil de mantener y combinar con nuestro estilo de vida que las dietas tradicionales. Por ello, facilitan cinco consejos clave para llevarlo a cabo sin poner en riesgo la salud.
El objetivo es hacer un ayuno intermitente 8/16, y para ello se puede empezar con un ayuno intermitente 12/12 de dos semanas, siendo la segunda cifra las horas que se está sin comer. Después se irá progresando, manteniendo otras dos semanas un ayuno intermite de 10/14 hasta conseguir el objetivo. También hay que adaptar el ayuno al biorritmo de cada uno, de manera que las personas más activas por la noche saltarán con más facilidad el desayuno, mientras que las que se activan por la mañana optarán por saltarse la cena.
Practicar el ayuno intermitente no significa comer lo que quieras, de modo que hay que seguir una dieta equilibrada que cumpla los siguientes requisitos: contener los macronutrientes necesarios (proteínas-grasas y carbohidratos), rica en micronutrientes (vitaminas y minerales), combinar diferentes alimentos de calidad y evitar los tóxicos (alcohol, exceso de azúcar o productos refinados y grasas poco saludables).
La actividad física, el respeto de los biorritmos y mantener una actitud positiva son otros aspectos que ayudan a garantizar una buena salud. Los nutricionistas también aconsejan ser flexible y evitar ser extremista. Por ello afirman que las personas que realicen el ayuno pueden saltárselo alguna vez sin sentirse culpables.
