Uno de cada cinco pacientes diagnosticados con COVID-19 presenta pérdida de olfato como primer síntoma de la enfermedad, por lo que puede ser un signo de sospecha de contagio.
Así lo advierte la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello con motivo del Día Mundial de la Anosmia que tiene lugar este 27 de febrero. Este día pretende concienciar sobre la importancia que tiene el olfato, un sentido que influye en la selección de alimentos e ingesta de nutrientes, las relaciones interpersonales, la calidad de vida en general y la detección de sustancias potencialmente tóxicas y peligrosas. La pérdida del olfato ha marcado la pandemia de COVID-19 al ser uno de los síntomas más destacados con una prevalencia del 53%, sobre todo en pacientes jóvenes y no hospitalizados.